Indice del contenido
- Cosas prohibidas en Isla de Pascua
- Límites legales: El permiso de ingreso y los 30 días reglamentarios
- Hospedaje regulado: No puedes dormir en cualquier parte
- La regla de oro: No toques los moáis (ni pienses en subirte)
- Prohibido salirte del sendero: Respeta la arqueología viva
- Basura, fogatas y cigarrillos: un paraíso libre de tu contaminación
- Qué no puedes traer (ni sacar) de isla de Pascua
- Mascotas bajo control: Reglas estrictas para el ingreso de animales
- Multas y consecuencias reales: Sí hay sanciones
- Cómo disfrutar la isla sin romper las reglas
- Mi reflexión final: Viajar con respeto, la mejor forma de proteger Rapa Nui

Viajar a Isla de Pascua, o Rapa Nui como se llama en su idioma ancestral, no es solo una aventura, es un privilegio. Esta pequeña isla en medio del Pacífico Sur guarda uno de los patrimonios culturales más impresionantes del planeta. Pero justamente por eso, su acceso y recorrido están sujetos a normas muy estrictas.
No se trata de incomodar al turista, sino de proteger un ecosistema frágil y un legado arqueológico único. Por eso, si estás planeando visitar la isla, es vital que conozcas todo lo que está prohibido hacer allí. No cumplir con estas reglas puede costarte desde una multa hasta la expulsión del parque… y sí, ha pasado.
“Cuando aterrizamos en Rapa Nui, lo primero que me sorprendió fue la cantidad de controles que hay antes de poder salir del aeropuerto. Nos pidieron el FUI impreso y verificaron que tuviéramos reserva en un alojamiento registrado en SERNATUR.”
Seguro te interesará ver nuestra guía de que llevar a Rapa Nui 🗿
Cosas prohibidas en Isla de Pascua
Aqui te contaré todo lo que debes saber para disfrutar de este paraíso sin meter la pata. Porque en Isla de Pascua, la ignorancia no te salva de una sanción.
Límites legales: El permiso de ingreso y los 30 días reglamentarios
Una de las cosas que pocos turistas saben es que Rapa Nui tiene una ley migratoria especial. No puedes simplemente llegar y quedarte el tiempo que quieras. Desde 2018, se estableció un límite máximo de 30 días de estadía para los visitantes no residentes.
Antes de viajar, deberás completar el Formulario Único de Ingreso (FUI). Este documento es obligatorio para todos los visitantes, y se presenta tanto al abordar como al llegar. También te pedirán:
- Pasaje de regreso confirmado dentro de los 30 días.
- Reserva en un alojamiento registrado ante SERNATUR (el organismo de turismo nacional).
- Documento de identidad válido.
“Nos pidieron el FUI impreso y verificaron que tuviéramos reserva en un alojamiento registrado en SERNATUR.”
La medida busca evitar el turismo invasivo, controlar la sobrepoblación flotante y preservar el equilibrio de recursos que en una isla como esta son muy limitados.
Ignorar esto puede traerte problemas en la entrada o incluso implicar tu expulsión si sobrepasas el plazo.
Hospedaje regulado: No puedes dormir en cualquier parte
Aunque la isla parece un paraíso libre, no está permitido acampar en cualquier rincón ni quedarse en casas no registradas. De hecho, si tu hospedaje no aparece en la base oficial de SERNATUR, podrías ser retenido al aterrizar.
Esto se debe a que muchos visitantes, atraídos por el bajo costo, optaban por alojamientos informales, lo que generaba presión sobre los servicios básicos y contribuía al desorden urbano. Hoy, esto está completamente regulado.
Los alojamientos deben cumplir estándares sanitarios, ecológicos y estar dentro de zonas aprobadas.
“Más tarde, en el Parque Nacional, un guía me advirtió que ni se me ocurriera tocar los moáis. Alguien en otro grupo lo hizo y fue retirado del parque.”
Como ves, aquí no se juega con las reglas.
La regla de oro: No toques los moáis (ni pienses en subirte)
Esta es la norma sagrada. Los moáis, esas imponentes estatuas de piedra volcánica que custodian la isla, están estrictamente protegidos. Tocarlos, apoyarse o, peor aún, subirse sobre ellos es considerado un acto grave de vandalismo arqueológico.
Además de una multa, el infractor puede ser expulsado del parque e incluso enfrentar acciones legales.
Esto ha pasado más de una vez. La ley Rapa Nui contempla sanciones específicas por dañar el patrimonio, y el Parque Nacional está constantemente monitoreado.
Ni se te ocurra repetir las escenas de Instagram de quienes se suben a monumentos: en Rapa Nui eso te puede costar el viaje entero.
Prohibido salirte del sendero: Respeta la arqueología viva
Rapa Nui no es solo un museo al aire libre: es un territorio vivo donde la tierra misma tiene valor arqueológico. Por eso, el Parque Nacional establece senderos estrictos por los que debes caminar.
Salir del camino, pisar zonas protegidas, o intentar abrirte paso “por tu cuenta” es considerado una infracción. Muchos visitantes no comprenden que incluso las piedras o la hierba que pisan podrían estar cubriendo restos arqueológicos aún sin estudiar.
Las zonas delimitadas no son una sugerencia: son una regla.
“Incluso al salir, en el aeropuerto, nos revisaron para asegurarse de que no lleváramos piedras volcánicas o tierra.”
La vigilancia es constante, incluso al salir.
Basura, fogatas y cigarrillos: un paraíso libre de tu contaminación
Otra prohibición crítica es la referente al medioambiente. Está terminantemente prohibido encender fogatas, tirar basura o fumar en áreas protegidas.
Además del evidente riesgo de incendio, los residuos alteran ecosistemas muy frágiles. Incluso un simple cigarrillo puede contaminar gravemente el suelo o dañar a la fauna local.
Algunas playas y zonas del parque cuentan con puntos de reciclaje, pero la norma general es: todo lo que traes, te lo llevas. Y ni se te ocurra dejar residuos en los sitios ceremoniales.
Qué no puedes traer (ni sacar) de isla de Pascua
Una de las normativas más estrictas es la del SAG (Servicio Agrícola y Ganadero). Isla de Pascua tiene barreras sanitarias rigurosas que controlan el ingreso y salida de productos naturales.
Prohibido ingresar sin declarar:
- Frutas y vegetales frescos
- Plantas, flores o semillas
- Miel, productos apícolas
- Animales o carne sin certificación
Prohibido sacar:
- Tierra o arena volcánica
- Rocas, conchas marinas
- Objetos arqueológicos
- Plantas autóctonas
Llevarte una piedra “de recuerdo” puede parecer inofensivo, pero es un atentado contra el ecosistema y el patrimonio cultural. Los controles en el aeropuerto al salir son igual de estrictos que al entrar.
Mascotas bajo control: Reglas estrictas para el ingreso de animales
¿Viajas con tu mascota? Piensa dos veces. Aunque en teoría puedes ingresar perros o gatos, el proceso es largo y está lleno de requisitos: certificados sanitarios, vacunas al día, permisos especiales y cuarentena en algunos casos.
El objetivo es proteger la fauna local. Isla de Pascua no tiene muchas de las enfermedades comunes del continente, y una mascota no controlada puede generar un brote.
Si no es esencial, lo mejor es no llevar animales.
Multas y consecuencias reales: Sí hay sanciones
¿Crees que nadie hace cumplir estas normas? Error. Las autoridades locales y el Parque Nacional multan, retiran entradas, expulsan turistas e incluso inician acciones legales.
Hay registros de visitantes sancionados por tocar moáis, acampar fuera de los lugares permitidos, o extraer piedras del lugar. En algunos casos, el castigo incluye ser vetado de ingresar nuevamente a la isla.
El turismo en Rapa Nui no es de bajo costo precisamente, así que romper las normas no solo es una falta de respeto… también es un riesgo a tu inversión.
Cómo disfrutar la isla sin romper las reglas
La mejor forma de disfrutar Isla de Pascua es con conciencia y respeto. Aquí algunos consejos:
- Haz todos tus trámites antes de llegar.
- Contrata guías certificados.
- Camina solo por senderos habilitados.
- No toques nada que parezca arqueológico.
- No lleves más de lo necesario.
- Recoge tu basura, incluso si “no es tuya”.
Viajar a Rapa Nui no es solo turismo: es una oportunidad de cuidar uno de los lugares más especiales del planeta.
Mi reflexión final: Viajar con respeto, la mejor forma de proteger Rapa Nui
Isla de Pascua es un destino tan hermoso como frágil. Sus reglas no son caprichos, son una red cuidadosamente diseñada para proteger su identidad cultural, su equilibrio ambiental y la dignidad de su pueblo ancestral.
Romperlas, más allá de lo legal, es romper el vínculo entre el visitante y la historia que va a conocer.
Ahora ya lo sabes: disfruta, respeta y deja solo tus huellas… porque todo lo demás, aquí, está prohibido